Un problema testicular permitió que su urólogo descubriera la verdad sobre la capacidad de un hombre de origen marroquí para procrear.
Habitante de una rica región agrícola al norte de Rabat, en Marruecos, el hombre fue a consultar a un urólogo por una lesión parecida a la varicela en su testículo derecho que dijo arrastrar prácticamente toda su vida sin haberle ocasionado hasta ahora mayores trastornos.
Al hacerle unos análisis rutinarios, el experto le dijo que era estéril y que la razón de la infertilidad estaba claramente ligada a ese quiste testicular, conforme al documento del que el diario afirma tener en una copia.
Indignado, el hombre ha presentado denuncia por adulterio (delito penado en Marruecos), con vistas además a desentenderse de la tutela de los nueve vástagos.